domingo, 30 de noviembre de 2014

Hace un año....

El pasado viernes 28 de Noviembre hizo un año de un acontecimiento que seguro recordaremos muchos años, sobre todo Pau. Acababa de hacer 6 años, cuando su entrenador de porteros nos llamó para comunicarnos lo que iba a ser un gran regalo para él. Un club importante se había interesado por Pau y quería que fuera a hacer unas pruebas.

Cuando nos lo dijeron no podíamos creerlo. Era algo que nunca se nos había pasado por la cabeza y menos a esa corta edad. Tras venir a verle jugar un partido, hacer la prueba y volver a verle en otra ocasión (que nosotros sepamos), al final todo quedó en nada pero como dice el dicho "que le quiten lo bailado".

Con un año de perspectiva, me gustaría hacer una serie de reflexiones por si pueden ayudar a algún padre que se encuentre en la misma situación. Por que aunque ahora los recuerdos son buenos, aquellos días fueron muy muy estresantes, tanto para el niño como para nosotros. Y es que para nosotros nos vino tan de repente y de forma inesperada que no supimos gestionarlo bien. Nadie te forma para estas cosas. Estoy seguro que tanto nosotros, como su club y su entrenador  lo podríamos haber hecho mejor. 

En aquellos días se le dio mucho bombo al asunto. Jugaba en un club modesto y aquello era un acontecimiento. Justo esos días coincidió con la presentación de los equipos del club y tras acabar los parlamentos, hicieron salir a Pau delante de más de 1000 personas para anunciar que debía ir a hacer esas pruebas. Aquello nos cogió por sorpresa y a Pau más. Demasiada "presión mediática" para un niño de 6 años. 

Todo ello hizo que Pau se desubicara, bajó su rendimiento y le cambió ligeramente el carácter. Si para un adulto debe ser difícil de digerir, para un pequeño mucho más.

Llegó el día de la prueba y no lo hizo mal del todo pero se le veía demasiado nervioso y a la vez emocionado. De vuelta a la rutina, todo el mundo le preguntaba como le había ido. Habían pasado meses y todavía le preguntaban. Afortunadamente el tiempo cura todo y Pau vuelve a estar alegre en el campo, a disfrutar jugando y sin pensar en aquellos días. Sé, porque me lo ha dicho, que le haría ilusión algún día volver a las instalaciones de aquel gran club, pero de momento estar en el CF Reus Deportiu es lo mejor que le ha podido pasar. Un gran club de nuestra provincia con una gran filosofía del fútbol y grandes entrenadores. 



Y si algún día lo volvieran a llamar, seguro que reaccionaría de forma diferente. Dentro de lo posible intentaría que mi hijo no se enterará de nada hasta el día "D", ni él ni el entorno. Intentaría no darle más importancia de la que tiene, diciendo que simplemente es un entreno más. 

Pau hace un año que hizo una prueba en un gran club, Pau pasó mucho estrés esos días, pero Pau puede decir que un día probó en uno de los mejores equipos del mundo, y eso no se lo quitará nadie.


martes, 18 de noviembre de 2014

¿En que se parece un árbitro a un portero?

El título de la entrada puede parecer el inicio de un chiste malo, pero no es mi intención. Mi reflexión emerge cuando navegando por el ancho mundo de internet he llegado a un interesante artículo de una psicóloga deportiva, Yolanda Cuevas (https://twitter.com/YolandaCuAy) titulado "Arbitrar para educar". Podéis leerlo en el siguiente enlace: http://yolandacuevas.es/2014/09/10/arbitrar-para-educar/

En el artículo se trata de aspectos psicológicos del árbitro y da consejos para realizar su función de la mejor forma posible, desde el punto de vista emocional. 

Me gusta en espacial una frase que podemos leer dentro del artículo: "No olvides que arbitrando también educas". Lo que he podido ver en estos primeros años de fútbol formativo es que el árbitro es un elemento importante para la formación del niño. He visto como un colegiado explicaba al portero que en el saque de portería el balón debe salir del área, enseñar a los chicos como debe realizarse el saque de banda, etc. Me quito el sombrero antes estas personas, que sabiendo lo ingrato del puesto, están ahí cada fin de semana haciendo su trabajo.



Y la lectura del artículo me lleva a la reflexión que refleja el título de la entrada. Y es que pienso que portero y arbitro tienen mucho en común:
- Ambos son elementos individuales dentro del partido. Visten diferente al resto, y tienen una función totalmente distinta.
- Si comenten un error (y a veces sin cometerlo) suelen ser criticados por los espectadores del partido.
- En muchas ocasiones se les atribuye la causa de la derrota, y no siempre de forma justificada.
- Muy comentada es la soledad del portero....¿ y la del árbitro? Por que en los campos de fútbol base si alguien está sólo, ese es el colegiado.
- Suelen ser posiciones calificadas como ingratas pero necesarias para el desarrollo del partido.
- La fuerza psicológica debe ser muy importante para desarrollar correctamente su trabajo. La presión que conlleva su cargo no debe influir en su función. 

No quiero acabar la entrada sin citar la parte que encuentro más útil para los que somos padres de porteros o jugadores. Se trata del fragmento en que la autora dedica unas palabras a aquellos progenitores que insultan y critican al colegiado, comportamiento que nuestros hijos ven. Si queremos educar en unos correctos valores a nuestros niños/as ese comportamiento no es el más adecuado.

Y si uno sufre en los partidos siendo el padre del portero, no me quiero ni imaginar como lo debe hacer el del arbitro. ;)




domingo, 9 de noviembre de 2014

"Papá, mi sueño es ser profesional"

Era una tarde de domingo cualquiera. Le había tocado escoger película a la pequeña de la casa y la temática era predecible, una de princesas ;). Bueno pues nos pusimos a ver "Enredados". En una de las escenas que transcurre en una especie de cantina, los protagonistas cantan una canción con la entonación "mi sueño es..." donde cada uno de ellos explica cantando sus sueños. Es curioso ver como todos tienen, todos tenemos, un sueño. Os adjunto el fragmento de la película dónde cantan la canción por si tenéis curiosidad:



Pues bien. Cuando finaliza la escena, Pau se gira y me dice "Papá, mi sueño es ser profesional". Me quedé blanco. ¿Y ahora que le contesto yo?. Me salió mi parte realista y le respondí:"Eso es muy difícil Pau, casi imposible". Y si la primera pregunta tenia su qué, la segunda ya me dejó fuera de juego. "¿Entonces no crees en mí?". Con sus casi 7 años había descolocado a su padre de casi 40. "Claro que creo en ti, soy tu padre y siempre te voy a apoyar en todo, pero para ser profesional hay que ser muy bueno y tener mucha suerte y eso es muy difícil". La conversación derivo a otras temáticas, pero esos segundos de charla se me quedaron grabados.

No sé si mis respuestas fueron las más correctas. No sé si decirle que es muy difícil que sea profesional es desanimarle. Lo que sé seguro es que no quiero crearle falsas esperanzas y posibles futuras frustraciones. No tengo nociones de psicología para saber la correcta reacción en estos casos, simplemente me dejé guiar por la razón. Eso no quiere decir que no respalde a mi hijo en su sueño. Mi papel es ser su mayor apoyo o al menos intentarlo.  

Recuerdo en la entrevista que tuvimos en su actual club antes de empezar la temporada. Nos insistieron que vivir del fútbol era muy difícil y que era muy importante no dejar los estudios. Por dentro pensaba, pero si Pau va a hacer 2º de primaria, ¿Como vamos a pensar en esas cosas?. Supongo que si lo dicen es por algo, pero en aquellos momentos me chocó. 

Si me preguntáis dónde me gustaría que mi hijo estuviera con 18 años, os respondería que en la universidad. Aunque con ello no quiero decir que le quiera hacer renunciar a su sueño, pero aunque es muy pequeño todavía, creo que es importante que aprenda a ser realista. 

Un chico con 7 años es todo potencial. Su historia todavía está por escribir y si sus habilidades físicas y intelectuales se lo permiten puede ser lo que quiera ser. Nuestro papel como padres supongo que es ser el apoyo para que ellos puedan evolucionar en sus habilidades. Si lo haremos bien o no, el tiempo lo dirá.

Me gustaría acabar mi reflexión con un fragmento de la obra de Calderón de la Barca que siempre he encontrado muy acertada, porque transmite perfectamente que los sueños y la vida van muy unidos:


¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.


martes, 4 de noviembre de 2014

Entrevista a Urko Pardo ( Apoel de Nicosia ): Un portero lejos de casa.

Hace unos días, hicimos llegar a Urko Pardo, guardameta del Apoel de Nicosia ( Chipre ), una entrevista que muy amablemente nos ha remitido.
Esperamos que os guste.
Desde aquí, agradecerle su dedicación a responder cada una de las preguntas.
Gracias de corazón.



Pdp:     A qué edad empezaste a jugar a fútbol?

UP: Empecé con 4,5 años.

Pdp:       Qué te llevó a practicar este deporte y no otro?

UP: Tradición familiar, en mi casa todos jugaban así que me crié en este ambiente.

Pdp:     Cómo recuerdas tus primeros años como portero?

UP: Sólo jugué 1 día de portero y decidí cambiar a jugador de campo porque ese día me dieron alguna que otra patadita. Hasta unos años después en el que un día se lesioné el portero de mi equipo y me puse los guantes de nuevo.