lunes, 1 de abril de 2019

Hijo portero, padre entrenador. A propósito del caso Zidane


Ayer Zinedine Zidane hizo debutar en el Bernabeu (ya lo había hecho fuera) a su hijo Luca como portero del primer equipo del Real Madrid en su partido de liga ante el Huesca. Escuchando las explicaciones del entrenador se puede llegar a entender esta decisión. Con Courtois lesionado, se decide optar por el tercer portero porque Keylor Navas venía de un compromiso de selecciones con muchas horas de vuelo. Hasta aquí completamente comprensible, pero cuando en la decisión entra el factor que el tercer portero es el hijo del entrenador, empiezan las suspicacias y comentarios del entorno. ¿Hubiera tomado la misma decisión si el tercer portero no hubiera sido su hijo? Nunca sabremos la respuesta, aunque estoy seguro que según la simpatía que uno tenga por el entrenador o por el club, pensará de una forma u otra. 

Más allá del caso particular explicado anteriormente, en el mundo del fútbol podemos encontrar casos como el anterior. Es una situación menos habitual en el fútbol profesional, pero más en el fútbol base. Nos podemos preguntar sobre el caso de Luca de la misma forma que podemos preguntarnos si Jordi Cruyff tenia nivel para jugar en el Dream Team que entrenaba su padre Johan. No soy nadie para dudar del nivel deportivo de uno u otro pero lo que si es seguro es que estas situaciones generan comentarios y suspicacias.




Respecto al caso del portero del Real Madrid me quedo con un comentario de Bernd Schuster en un programa de radio: "A mí estas cosas de padres entrenadores e hijos jugadores no me gustan. Esto suele perjudicar al chico". Estoy totalmente de acuerdo. Llevar el apellido Zidane te puede abrir puertas pero a la vez te hace foco de todas las miradas. Puede ser que Luca tenga unas grandes cualidades de portero, pero si el que te da la confianza es tu padre puede quitar valor a tu trabajo, al menos cara a la gradería.

Y casos similares podemos encontrarnos en el fútbol base. Jugadores con su padre como entrenador que pueden generar comentarios del entorno del equipo tipo "éste está ahí por su padre". Recuerdo el caso de un amigo entrenador que llevaba a su hijo. El chico era uno de los mejores del equipo. En ocasiones hablábamos que algunas personas realizaban comentarios al respecto, cómo que estaba en los equipos por su padre. El tiempo ha dado la razón al chico. Un equipo de mayor nivel lo fichó. Padre e hijo se separaron y creo que es lo mejor que le ha podido pasar a los dos. El hijo puede demostrar su valía sin que nadie le reproche la figura del progenitor. Y el padre sigue entrenando sin comentarios por favoritismos.

Yo entiendo que como padres todos queremos lo mejor para nuestros hijos. Los miramos con mejores ojos que a otros compañeros. Es la naturaleza del ser humano. Que tal vez no sea sano para nuestros hijos, es posible. Pero creo que nada puede recriminar que hagamos lo posible por su felicidad. Aunque ciertas acciones puedan ser perjudiciales, un padre siempre lo hace con el ánimo de buscar lo mejor para el hijo. Y aunque seas entrenador, es muy difícil de dejar a un lado tu sentimiento de padre.



Es por todo ello que personalmente creo que por el bien de los chicos, los padres no deberían ser entrenadores de los hijos. Ello daría la libertad al chico/a para desarrollarse sin que nadie le recrimine la figura paterna. Y el padre podría realizar su trabajo como entrenador sin que nadie pudiera dudar que sus decisiones están condicionadas por un tema familiar.

Estoy seguro que si preguntamos por aquí, saldrían muchas historias de padre/entrenador e hijos/jugador. Hasta a mí se me ocurre alguna. Aunque nunca podríamos demostrar si el hijo/a está favorecido por la figura del padre o simplemente por su calidad, lo que si está claro es que si no estuviera bajo la sombra del padre, el portero/jugador podría demostrar su valía sin que nadie se lo pudiera recriminar. 

¿Estáis de acuerdo que sería mejor para ambos intentar evitar la relación padre-hijo en la situación entrenador-jugador?


No hay comentarios:

Publicar un comentario