miércoles, 8 de febrero de 2017

El viento, el gran enemigo del portero


Estos últimos días en la Península Ibérica hemos sufrido diferentes situaciones meteorológicas que han provocado la suspensión de partidos, hasta  de la 1a división española (Liga Santander). Ello nos dio pie a preguntar en las redes sociales por la opinión que tenían porteros, entrenadores y familiares, sobre que fenómeno meteorológico era más adverso para los porteros. Utilizamos el servicio de encuestas de Twitter y el resultado fue arrollador: De 97 respuestas, el 89% tenía claro que el viento era lo más perjudicial para el guarda-meta. 


El resultado es tan amplio que no cabe duda. Tal vez el frío o el calor intenso puedan disminuir la agilidad de los movimientos. Puede que la lluvia haga que el balón vaya más rápido o que un charco lo llegue a frenar. Pero es el viento el que puede frenar, acelerar o cambiar la trayectoria de un balón. Es el viento el que puede hacer entrar ese balón en la portería al no poder el cancerbero calcular con exactitud la velocidad y el camino que describe la pelota. Es por ello que encuentro lógico el resultado de la encuesta. 

Como sabéis, las experiencias con nuestro hijo nos ayudan a tener una opinión propia sobre los temas tratados en el blog. En el caso de los fenómenos meteorológicos, Pau siempre ha sufrido mucho con el viento. Además vivimos en una zona dónde habitualmente sopla fuerte. Recuerdo en los primeros años de ser portero que tras un chute raso lejano se preparó para coger el balón y un golpe de viento aceleró el balón y acabó dentro. Se quedó parado pensando "¿Que ha pasado?"
Y como nos gusta lo de hacer vídeos, vamos a recuperar uno de hace un par de años. Era un día que jugaba en Hospitalet de l'Infant, una población muy ventosa de la costa de Tarragona. Ese día los golpes de viento dificultaban mantenerse en pie a los chicos de 6-7 años. Ahora viendo el vídeo se ve divertido, pero no lo pasaron demasiado bien los pequeños:




Como veis, si los profesionales sufren con el viento, los pequeños porteros mucho más. Así que si toca partido con viento, un par de piedras en los bolsillos y a rezar que sople a favor ;)