La semana pasada Pau inició la pre-temporada con su club, el Cambrils Unió CF. Esta año cambia de categoría y pasa a alevín. En su club hasta benjamín se entrenan 2 días por semana, pero a partir de alevín son 3 tardes. En nuestro caso particular será lunes, miércoles y viernes.
Además como portero en su club hace un entrenamiento específico con el resto de porteros. La temporada pasada coincidía con el entreno de equipo y así entrenaba un día con sus compañeros y otro con los porteros. Pero este año da la casualidad que no coinciden al haberse programado los martes. A todo esto se le une que a nuestro hijo le encanta poder ir a la escuela de porteros para hacer tecnificación, lo que sumaría un quinto día de entreno a la semana.
Empieza la temporada y nos encontramos con realidad de que si queremos cumplir al 100% todos los entrenamientos, Pau tendría todas las tardes laborables ocupadas con el fútbol, a parte del partido del fin de semana. Partiendo de que en casa no creemos que su futuro profesional pase por el fútbol, vemos algo exagerado esa alta ocupación de las tardes, sobre todo pensando en la escuela.