Hace unos días, en un grupo de papas bloggeros surgió el tema del deporte de élite en niños. Me quedé pensativo y me pregunté, ¿Cual es mi posición, a favor o en contra?. Es algo que hasta el momento no me había cuestionado, seguramente porque no me planteo actualmente que mi hijo llegue a ser un deportista de élite, pero es un tema interesante sobre el que reflexionar.
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Creo que en la vida si alguien desea algo, ha de luchar por ello. En mi caso gracias a los esfuerzos académicos, pude ir a la universidad y tener una carrera que me permite tener un oficio. Ese mismo esfuerzo lo habrán realizado deportistas de élite para poder progresar en el deporte y hacer de él su trabajo. Todos sabemos que el esfuerzo académico suele acabar bien, aunque con la crisis actual tener buenos estudios no se asocia siempre a tener trabajo acorde con la formación. En el deporte es diferente. Muchos chicos/as dedican mucho de su tiempo a buscar el sueño de llegar al deporte de élite, pero muy pocos lo consiguen. Y no hablo sólo de fútbol. Aquí es dónde radica la diferencia.
Yo estoy a favor que si un chico o chica tiene potencial en un deporte y tiene posibilidad de progresar, acepte pertenecer a la base de un club importante o poder entrar en un centro de alto rendimiento. Pero creo que el joven deportista ha de ser consciente de que es un camino duro que a veces no lleva a ningún sitio. Y aquí entra el papel de la familia, algo esencial bajo mi punto de vista. Los padres deben tener el papel de apoyo a su hijo/a, de ser sus seguidores fieles, pero a la vez su consciencia, su particular Pepito Grillo. Su función debería consistir en hacer que el joven deportista pise de pies en el suelo, que en ningún momento deje su formación académica, que tenga un plan B por si el día de mañana no se puede ganar la vida con su deporte.
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Yo estoy a favor que si un chico o chica tiene potencial en un deporte y tiene posibilidad de progresar, acepte pertenecer a la base de un club importante o poder entrar en un centro de alto rendimiento. Pero creo que el joven deportista ha de ser consciente de que es un camino duro que a veces no lleva a ningún sitio. Y aquí entra el papel de la familia, algo esencial bajo mi punto de vista. Los padres deben tener el papel de apoyo a su hijo/a, de ser sus seguidores fieles, pero a la vez su consciencia, su particular Pepito Grillo. Su función debería consistir en hacer que el joven deportista pise de pies en el suelo, que en ningún momento deje su formación académica, que tenga un plan B por si el día de mañana no se puede ganar la vida con su deporte.
En lo personal tenemos 2 casos cercanos, un ex-compañero de equipo de Pau que ahora milita en FC Barcelona con 8 años, y un chico de nuestro pueblo que conocemos algo mayor que juega en el RCD Espanyol. En ambos casos estoy seguro que tanto la familia como el niño están haciendo un gran esfuerzo personal, haciendo muchos kilómetros y invirtiendo muchas horas en el fútbol. Cuando hablo con los chicos, están muy felices con la situación y por lo poco que conozco a las familias, creo que tienen un gran apoyo detrás. No pienso que estar en un club de la élite les sea nada negativo, todo lo contrario.
En alguna de las entrevista que hemos realizado a porteros profesionales, al ser preguntados por si tienen sensación de haberse perdido cosas de infancia y juventud al centrarse tanto en el fútbol, todos contestan que tal vez han vivido cosas diferentes pero se sienten afortunados por ello.
Quisiera acabar mi pequeña reflexión realizando una pregunta al aire ¿Si no hubiera niños en el deporte de élite, hubiéramos disfrutado con Rafa Nadal, con Pau Gasol, con Mireia Belmonte , con Marc Márquez y con un gran etcétera? Todos ellos seguro que han dedicado muchísimas horas de su infancia a su deporte y gracias a ello han llegado dónde han llegado. ¿Que hubiera pasado si un niño de Fuentealbilla no hubiera decidido dejarlo todo para ir a la Masía del Barça, al deporte de élite, y se hubiera quedado jugando en Albacete? ¿El gol más famoso de la historia del fútbol español tendría el mismo protagonista? Iniesta es el claro ejemplo de que un gran esfuerzo personal en un chico con un gran potencial, ha sido un gran éxito vital.
Por todo ello, creo que deben existir niños en el deporte de élite, porque sin ellos no tendríamos deportistas de élite. Eso sí, siempre con un respaldo detrás, sobre todo de la familia, pero también de clubs, federaciones y resto del entorno del chico/a.
¿Y vosotros, estáis a favor o en contra?
Márquez / Nadal / Belmonte / Gasol |
¿Y vosotros, estáis a favor o en contra?
Si tengo tiempo intentare preparte una reflexion a tu pregunta, como padre de dos niños que juegan al futbol, vivo
ResponderEliminara diario las dos versiones la de padre de un jugador que juega en una cantera de un club de primera, y la del padre que juega su hijo en el equipo de su pueblo.
Mi primer pensamiento es si apuesta por la elite pero estas preparado tu y tu hijo??
Hola y gracias por compartir tus ideas. Creo que tú propuesta de redactar tu opinión teniendo la experiencia de tus dos chicos debe ser enriquecedora. Si quieres y te animas te invitamos a explicarnos tu experiencia y opinión en nuestro humilde blog. Serías la primera firma invitada ;)
ResponderEliminarTu pregunta final creo que es esencial, ¿esta preparado el niño y el padre para la élite? Creo que es algo que se descubre cuando pasa. Si me hago la pregunta a mi mismo... mi hijo no sé, porque los niños se adaptan rápido a los cambios, pero yo personalmente creo que me costaría. Creo que todo se quedará en teoría ;)