miércoles, 23 de noviembre de 2016

¿Se han de sentir los colores para jugar en el fútbol base de un equipo?

Recientemente se ha hablado mucho de la noticia de la expulsión de un Juvenil del Reus Deportiu por animar e ir vestido del Nástic de Tarragona en el derby provincial de segunda A. He oído y leído comentarios de todo tipo, tanto criticando al chico como al club implicado. En un caso así creo que no hay ni blanco ni negro, es más bien una colección de grises, que da la razón o la quita a cualquiera de los comentarios. 

Noticia al Diari de Tarragona

Si me pedis mi opinión, deciros que creo que no ha sido acertada la acción de ninguna de ambas partes. Primero el chico, que siendo un jugador becado por el Reus Deportiu se planta en el campo con la camiseta del gran rival. De acuerdo que tiene derecho a ser del equipo que desee, pero es una falta de respeto al club que está invirtiendo en ti. Por otro lado los responsables del fútbol base creo que se han excedido en el "castigo". Estoy totalmente de acuerdo en la necesidad de una sanción, sea apartándolo del equipo una temporada o hasta retirándole parte de la beca. Pero expulsarlo del club lo encuentro excesivo. Todo ello es mi opinión personal, insisito. 


Y lo peor de todo es la repercusión mediática que ha tomado el asunto. Al final el chico, que insisto que creo que se equivoca, aparece como un mártir, y el club cómo unos inquisidores. 

El Reus Deportiu en su recién estrenada disputa de la segunda B, está haciendo una gran campaña, tanto en lo futbolístico como en la imagen pública. Su forma de llevar las comunicaciones y redes sociales, su originalidad con los carteles, su buen hacer en los campos, está haciendo que sea un equipo que caiga simpático en el mundo del fútbol profesional, siempre desde la humildad. Este episodio seguramente enturbiará un poco esta imagen. Por que si hasta hace poco los medios hablaban del Reus Deportiu cómo el club de los "carteles roqueros", el club con mejor inicio en el ascenso a 2ªA , ahora se habla del club que echó fuera a un jugador del fútbol base por animar al eterno rival.


Ello me lleva a reflexionar sobre la necesidad de sentir los colores para jugar en el fútbol base de un equipo. No voy a negar que lo ideal sería que todos los chicos/as de la base de un club sintieran los colores desde pequeños. Pero no nos engañemos. Segurísimo que en la cantera bética hay algún sevillista y al revés. Lo mismo con Espanyol y Barça, o Atlético de Madrid y Real Madrid. Sinó recordad el gran icono blanco, Raul González, que perteneció a la cantera colchonera antes de llegar al equipo merengue, por poner un ejemplo. Y no pasa nada. Todos, si nos gusta el fútbol, tenemos un equipo favorito. Yo no encontraría lógico que el equipo rival quisiera fichar a un chico/a, y este dijera que no por no sentir los colores. Mientras el jugador defienda la camiseta en el campo del equipo que le ha fichado con toda la profesionalidad posible, no importa que luego en su casa prefiera que gane el primer equipo del equipo rival. Otra cosa es hacerlo público. 

Por ello creo que lo mejor es sentir los colores, sin duda. Aunque si no es así, no creo que haya problema en tener otro equipo favorito, siempre y cuando al ponerse la camiseta rinda como el que más. 
Como para gustos los colores, este tema seguro que aporta mil opiniones. ¿És mi opinión la verdad absoluta? Ni mucho menos. ¿Y cuál es la vuestra?

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