Falta de competición y desmotivación del joven deportista

En el estado español estamos superando la tercera ola de la pandemia del coronavirus y muy atentos a no entrar en una cuarta. Las cosas están mucho mejor que hace unos meses pero siguen las restricciones y entre ellas la prohibición de disputar la mayoría de competiciones de deporte base. Ya hace 1 año que muchos jóvenes están sin poder disputar competición oficial. A finales de septiembre algunos pudieron disputar partidos amistosos pero con la llegada de la segunda ola todo se paró y ya son casi 5 meses sin poder jugar un partido aunque sea amistoso. 

No voy a entrar en si es útil este tipo de restricción, no es el ánimo de este artículo. En lo que me quiero parar es en la desmotivación deportiva de mucha gente joven por no poder competir. Y no es una reflexión que aparece de la nada, sino que surge de nuestra propia experiencia y de hablar con padres de deportistas. 

Previo a escribir este artículo quise hace una pequeña encuesta en redes sociales. En Twitter dónde nos permite 4 opciones de respuesta, nos encontramos con un 92% de respuestas que opinaban que la falta de competición afectaba en mayor o menor grado a la motivación de los jóvenes deportistas, y el 60% del total creían que era algo generalizado. En Instagram, dónde la respuesta era SI o NO, el 100% de las respuestas eran favorables a la relación de no competición y desmotivación. Entre ambas redes tuvimos más de 100 respuesta y con ello tuvimos la confirmación que la gente relacionada con el deporte (jugadores, entrenadores y familiares) tenían la sensación de una desmotivación general de los jóvenes deportistas.

Cierto es que actualmente, con el paso del confinamiento municipal al comarcal, muchos chicos/as han vuelto a entrenar, detalle muy importante. Pero entrenar por entrenar en muchos niños/as no es suficiente, por que al final el deporte es competición, sobre todo en aquellos deportes de equipo. Y lo que quieren es competir, es jugar partidos. En la actualidad yo soy consciente que mi hijo disfruta más en el patio del colegio jugando con los compañeros de su grupo burbuja que entrenando y todo por un tema de motivación. 

La competición, el juego, el partido, te da muchas cosas que un entrenamiento no te da. La adrenalina del jugar por una victoria, la alegría de un gol o una gran parada, el sabor amargo de la derrota. Todo un abanico de emociones que no se viven igual en un entrenamiento. Entrenar te mantiene un buen tono físico, pero competir te da mucho más y te forma en el plano emocional. Tanto en las victorias como en las derrotas se aprende, son lecciones que te ayudan a formarte como persona. Eso un entrenamiento no te lo da. 

Seguro que habéis escuchado la frase "Se juega como se entrena". Pero ahora no se juega y muchos chavales seguro que ya no viven los entrenamientos como antes por que "si no hay partido para que voy a darlo todo en el entrenamiento?". Sabemos que la mayoría de la gente joven de hoy en día van a lo fácil y a la diversión en el momento. Todos hemos sido jóvenes y lo que quieres en esas edades es divertirte. Jugar un partido puede ser muy divertido, entrenar para ese partido puede llegar a serlo, pero entrenar sin poder jugar luego... puede dar un poco de pereza. Y hoy en día con toda la diversión que dan las pantallas, móviles y videoconsolas, puede ayudar a que alguno que otro piense que lo divertido es eso y que el deporte sin competición es un rollo, con el peligro del abandono de la práctica deportiva.

El abandono de la práctica deportiva es el mayor peligro de esta desmotivación. Hablando con gente de fútbol, muchos comenta que un gran número de adolescente están desapuntándose de sus respectivos equipos. Este peligro en los más pequeños parece que no está tan presente. Lo que está claro que la ausencia de competición está haciendo mucho daño a los jóvenes deportista, mucho más que la pandemia en si. 

Esperemos que la gente que manda se den cuenta de este problema. Muchos datos hablan de la poca afectación del virus en gente joven y la poca trasmisión del virus en actividades que se realizan al aire libre, como es en la mayoría de deportes de equipo. Oímos hablar en los medios de comunicación de la restauración y los centros comerciales, negocios que están sufriendo económicamente por las restricciones, pero poco se habla del problema psicológico de los jóvenes y del abandono de la práctica deportiva. No es un tema de dinero, pero creo que es un tema importante que parte de una generación pueda verse afectada por la falta de motivación secundaria a la ausencia de competición por las restricciones para parar el avance del COVID-19.