Ayer Pau jugó su primer partido oficial en categoría benjamín. Había jugado un amistoso y un torneo con el Benjamín C de su club, pero hasta ahora nada oficial. Pues bien, el viernes nos llamó el coordinador de porteros del Cambrils UCF que le faltaba un portero para jugar con el benjamín G, el equipo del club menos fuerte de su categoría. Iba a ser un partido difícil. Sólo un detalle: hasta aquel día habían encajado 183 goles.
Intentamos concienciar a Pau que iba a ser un día difícil y que iba a encajar bastantes goles. Y así fue. 9 nada menos.
El partido empezó bastante bien y aunque en los dos primeros cuartos encajó 3 goles, tuvo bastantes intervenciones correctas. El tercer cuarto fue cuando todo se vino abajo, los ánimos y el marcador. Pau no dejó de luchar en ningún momento pero se le veía que la motivación era inferior a la del principio del partido. No debemos olvidar que sólo tienes 6 años y un ataque constante suele conllevar goles y la impotencia de un portero pequeño como él. Aunque este año una de las cosas que ha aprendido es a sobreponerse a los goles encajados, tal cantidad en pocos minutos puede con la moral de cualquiera. Aún así hacia el final con varias intervenciones de merito volvió a animarse y acabo el partido feliz.
Una de las notas negativas fueron los golpes por el balón. Tuvieron que asistirle en 3 ocasiones por balonazos en la cara y el pecho. No olvidemos que los chicos contrarios tenían entre 3 y 4 años más y la potencia de chute es muy diferente a la de su categoría. Digo negativa por el dolor, pero que él siguiera y no cogiera miedo, es una cosa que valoraron mucho sus entrenadores.
En resumen, un partidos de muchos goles y golpes.... y al final Pau salía del vestuario con una sonrisa, que es lo importante.
Os dejamos el vídeo:
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